Antiguamente, se creía que existían espíritus que impedían respirar y moverse a las personas durante la noche. Actualmente, se sabe esto es lo que se llama "parálisis del sueño", estado que se da cuando la mente está despierta pero el cuerpo aún está en el estado del sueño, es decir, sin poder moverse.
En Escandinavia se les daba el nombre de Maras, y se les atribuía la forma de mujeres fantasmales, que se introducían en los dormitorios de noche con la intención de dañar espiritualmente a los hombres. Las Maras se sentaban sobre el pecho de sus víctimas e impedían su respiración. Las personas solían entonces sufirir ataques de pánico que provocaban, seguramente, las pesadillas.
En Polonia existía una bruja de la noche, que atacaba a los niños. Sólo se podía evitar su presencia si había hierro colocado en la cuna o en la cama de la criatura.
Los eslavos de otras zonas cuentan con la Kikimora, el alma de una niña muerta sin bautizar que se transformaba en polilla y se posaba sobre los labios de sus víctimas, produciendo los mismos males que una Mara.
Si nos vamos a la tradición cristiana occidental, podemos encontrar la figura del Súcubo, un seductor demonio femenino que hacía visitas nocturnas a los hombres. Como el Súcubo, estaba el Íncubo (su equivalente masculino). Ambos se alimentaban de la energía de sus víctimas.
Aunque hay muchas similitudes entre las Maras y el Súcubo/Íncubo, las primeras se identifican más con "brujas malignas", mientras que los súcubos tenían claras inclinaciones sexuales, ya que era su único modo de existir.
Por último, se ha dicho que los súcubos cristianos se inspiran en
Lilith, la letal seductora procedente de las leyendas hebreas. Es muy
probable que su origen sea mesopotámico. Isaías la identificó con la
destrucción, aunque hay una leyenda que afirma que Lilith fue la primera
esposa de Adán, antes de la creación de Eva. Abandonó el Edén y se fugó
al Mar Rojo junto con su amante, el demonio Asmodeo. También se
considera a Lilith como un espíritu maligno que aparece por las noches
que se dedica a robar niños y a acostarse con hombres. Por esoy, hay
quienes afirman que Lilith es la primera vampiresa. Actualmente, es un
símbolo de feminismo radical y oposición al patriarcado.